Teología, Doctrina y Vida
Existen maravillosos conceptos y principios de la fe cristiana, descubra en este canal todas sus aplicaciones a la vida cotidiana de los creyentes.

Pr. jorge enrique orejuela castillo
Pastor y consejero por más de 40 años. Graduado en Teología de la Facultad Latinoamericana de Estudios Teológicos. Médico cirujano graduado de la Universidad del Valle. Actualmente se desempeña como Presidente de la Junta de Presbíteros de la Iglesia Apostólica de Jesucristo - "Fe en Jesús" Comunidad Internacional.
Jesús: Una vida de fe exitosa
Jesús es quien abre, acerca y perfecciona eficazmente el camino de la fe en el propósito de Dios con los seres humanos. Este gran plan es la base de nuestra visión teológica y define muchos planteamientos doctrinales en la revelación bíblica.
Basados en los testimonios de vida de los creyentes mencionados en Hebreos 12:1-2 (RVR1960), comenzamos nuestra carrera, dejando de lado el pecado que, no solo dificulta la marcha sino que entorpece la fe. No obstante, la vida de Jesús es nuestro ejemplo más cercano para desarrollar una auténtica visión de fe para salvación, que nos permita entender y vivir en función de las razones de Dios; así como, recorrer con consistencia el trayecto existencial y alcanzar el éxito definitivo.
Pablo nos dice que el desarrollo de la fe se logra escuchando el mensaje de la vida de Jesús. En Romanos 10:17 se lee, “por tanto la fe depende del mensaje que se oye” (versión Cantera Iglesias). Es decir, la fe que cada quien desarrolla depende de la claridad recibida. Y añade, “y ese mensaje llega a través de la palabra de Cristo”, esto es, del discurso de su práctica. Jesús construyó su edificio de fe basado en la Escritura y en su análisis de fondo, encontró grandes hallazgos que tienen que ver con el gran plan de Dios. Aunque los profetas vislumbraron algo de este plan, fue Jesús quien llegó al centro mismo del conocimiento de este tipo de convicción.
Dios diseñó su gran plan desde antes de la fundación del mundo para que, al final del tiempo, aparecieran unas criaturas que desarrollaran una disposición de cambio actitudinal frente a simples intereses terrenales y biológicos, descubriendo que fueron llamadas para llegar a ser hijos de Dios, adoptadas por Él, por medio de Jesucristo. Juan en su postura teológica (Juan 17:4 RVR1960) expresa que el origen y propósito de vida de Jesús, fue revelado por medio de este gran plan, Jesús hace conciencia de esa realidad del presupuesto de Dios y desde allí define su propio origen, aunque nació realmente de María, aceptó todo como un presupuesto hecho para la vida de él y enseña, que también el resto de la humanidad pueda hacerlo así, entender que es un presupuesto de parte de Dios hecho para la vida de cada persona. Una postura teológica acerca de la grandeza del presupuesto de Dios con Jesús que luego se expresó en la iglesia y se perfeccionó en la salvación de cada ser humano.
Jesús es quien abre, acerca y perfecciona eficazmente el camino de la fe en el propósito de Dios para los seres humanos. Este gran plan divino es la base de nuestra visión teológica y define muchos de los planteamientos doctrinales revelados en la Biblia.
Dios planificó su proyecto eterno ubicando a los seres humanos, de origen pequeño pero con un gran destino, en el centro de éste. Los textos de Hebreos 2:6, Salmo 8:5-6 y Juan 1:12 (RVR1960), nos dejan ver que Él no vino a socorrer a los ángeles ni a una especie biológica simple, sino que vino a socorrer a la descendencia de Abraham, en otras palabras, a los creyentes.
Jesús descubre que él estaba en y con Dios (Juan 1 RVR1960), le creyó al Padre y actuó en consecuencia, convirtiéndose en un hombre convencido de este gran plan y nos enseñó que podemos entender que este presupuesto también ha sido diseñado para nuestra vida. Por esta razón, seguimos sus pisadas, creemos en las promesas de Dios, descartando las expectativas que generan las alternativas que el mundo ofrece.
Jesús es el autor y consumador de la fe, quien dio inicio a una manera de creer que lo sentó a la diestra de Dios y lo convirtió en Señor de todo lo que existe. Jesús es nuestro hermano mayor, quien nos abre el cielo para que sigamos viviendo sostenidos en la esperanza que da vivir en la forma como él lo hizo.
Dios reveló a Jesús el plan que, en su predisposición amorosa, tenía con él; y fue allí cuando descubrió que el esplendor de su vida estaba en la gloria que su Padre había determinado, desde antes de la fundación del mundo. Por eso, él menosprecio el oprobio sabiendo que las razones de Dios eran superiores, y fueron éstas las que le hicieron Señor del cielo y de la tierra. Esta experiencia existencial de Jesús nos salva y fundamenta nuestra fe.
En conclusión, a través de la historia, en el antiguo testamento, hemos visto a los profetas sostenidos en las razones de Dios hasta donde ellos pudieron entenderlas. Sin embargo, hoy nosotros tenemos el privilegio de participar de la experiencia de fe exitosa de Jesús; por esta razón, todo ser humano, que ha creído como él lo hizo, puede mantenerse fiel, seguro y definido en el gran plan de Dios.